Kazalo:
Veriga supermarketov Supersano , specializirana za prodajo ekoloških izdelkov , je sporočila, da bo v svojih trgovinah nehala prodajati ustekleničeno vodo.
Podjetje, ki ima 10 ustanov v mestih, kot so Barcelona, Madrid, Zaragoza ali Alicante, od koder izvira, je prvo v Španiji, ki je sprejelo ta ukrep, da bi "bilo skladno s svojimi načeli za zagotavljanje zdravja ljudi in planeta «.
Podjetje sledi korakom francoske verige Biocoop , ki je leta 2017 sprejela to odločitev brez primere v Evropi, potem ko je zagotovila, da je ustekleničena voda izdelek, ki onesnažuje in je zato v nasprotju z vrednostmi družbe.
Čeprav je velikost Supersano veliko manjša kot v francoski verigi - ki ima več kot 400 trgovin in zaposluje 4.500 ljudi - je tvegana odločitev, še posebej če upoštevamo, da ima veliko obratov v Levanteju , kjer Poraba mineralne vode je veliko večja.
Prodaja flaširane vode že desetletja nenehno raste . Njegova poraba je upadla šele v letih krize, v gospodinjstvih pa se je prodaja med letoma 2016 in 2017 povečala za 5,4% in je dosegla 60,71 litra na osebo na leto.
La cadena de supermercados ecológicos SuperSano ha decidido suprimir la venta de agua en botellas de plástico. Como ya hiciera con los productos con aceite de palma, SuperSano quiere ser coherente con sus principios de velar por la salud de las personas y del planeta. pic.twitter.com/5rhWWoNS3R
- SuperSano (@ssanosuper) 3 de septiembre de 2018Original text
Contribute a better translation
No es más saludable, sí más contaminante
En España el agua del grifo es perfectamente potable. Consumir agua mineral no tiene ninguna ventaja, más allá de disfrutar de un sabor distinto, que varía en función de la cantidad de calcio o bicarbonato presente en las distintas zonas de España.
Cierto es que la mayoría de las aguas embotelladas son de “mineralización débil” y pueden ser especialmente apropiadas para personas con problemas de piedras en el riñón. Sin embargo, no es una solución mágica: esto no cura ni evita totalmente la formación de esos cálculos renales. Para la inmensa mayoría de la población, el agua de grifo es igual de saludable que el embotellada.
¿Y qué tiene de malo comprar esta agua si nos gusta más? Sencillamente, que estamos provocando una contaminación innecesaria, generando residuos plásticos que evitaríamos bebiendo agua del grifo.
Con los datos actuales, si en 2014 se produjeron 311 millones de toneladas de plásticos, se estima que llegaremos a unos 1,124 millones de toneladas en 2050. Esto quiere decir que habrá más plástico que peces en los océanos. Y el que sirve para envasar agua es en su mayoría innecesario.
En 2012, el municipio de Concord, en Massachusetts –una población de más de 17.000 habitantes–, prohibió la venta de botellas de agua de tamaño individual, convirtiéndose en el primer lugar del mundo en que se aprobó una legislación de este tipo. Muchos organismos públicos, como ayuntamientos y universidades, prohíben no obstante su comercialización dentro de sus instalaciones, y es de esperar que este tipo de medidas se sigan tomando en el todo el mundo.
